El ojo seco y su medio ambiente
El lugar de residencia puede influir en el desarrollo del ojo seco. Por ejemplo, quienes viven en grandes ciudades con un nivel muy alto de contaminación, pueden ser más propensos a presentar síntomas de ojo seco que quienes viven en áreas con niveles más bajos de contaminación ambiental. Un estudio de los veteranos del Ejército de los Estados Unidos encontró que quienes viven en Chicago o en la Ciudad de Nueva York y en sus alrededores, tienen de tres a cuatro veces más probabilidad de ser diagnosticados con síndrome de ojo seco que quienes habitan en áreas con un grado de contaminación ambiental relativamente bajo.
Ese mismo estudio demostró también que quienes viven a mayor altura sobre el nivel del mar, donde el aire es por lo general más seco, tienen una probabilidad 13 por ciento mayor de desarrollar ojo seco que quienes viven a menor altura.
Con base en los hallazgos de este estudio, los oftalmólogos recomiendan que quienes sufren de ojo seco y vivan en ciudades con alta contaminación ambiental o en climas muy secos, utilicen medios adecuados para ayudar a controlar y manejar sus síntomas. Sugieren, específicamente:
- utilizar un filtro de aire de alta calidad en el hogar en las grandes ciudades o en otras áreas donde el nivel de contaminación ambiental sea muy alto, y
- utilizar un humidificador para aumentar el nivel de humedad del aire en el hogar.
